Hemos vivido unas semanas muy complicadas por el COVID-19 en muchos sentidos… Más allá de confinarnos y asumir una forma de vida distinta, todos nos hemos relacionado de manera más o menos cercana con la dureza de esta pandemia. En nuestro caso, tres médicos del equipo de FEMM han estado atendiendo a los pacientes hospitalizados en planta por coronavirus. En este post queremos compartir lo que nos han contado los Dres. Carlos Gullón y Javier Olivas, cirujanos plásticos, y la Dra. Ángela Hermosa, dermatóloga.
Aprender los unos de los otros, todos unidos, por el bien del paciente.
Dra. Hermosa en planta
Si hay algo que los tres destacan es el compañerismo entre distintos especialistas. “La mejor experiencia ha sido el sentimiento de compañerismo entre los diferentes médicos. Me llevo grandes amigos”, cuenta la Dra. Hermosa, que ha estado en el Hospital Ramón y Cajal (Madrid). “Hemos hecho mucha piña al compartir estos días en los que hemos vivido juntos muchas tragedias y el cansancio mental y físico. Y es muy gratificante ver cómo pacientes que estaban críticos salen adelante.”
El Dr. Olivas, que ha estado en el Hospital Infanta Elena (Valdemoro, Madrid) añade que ha sido muy interesante el que se hayan organizado equipos de trabajo con todos los profesionales, “nos ha permitido aprender juntos y formarnos unos a otros por el bien de los pacientes. Ver como todo el sistema sanitario lucha más unido que nunca ha sido muy gratificante”.
Entre los tres nos nombran esas otras especialidades con las que han coincidido: neumólogos, internistas, cardiólogos, fisioterapeutas, psiquiatras, oncólogos, anestesistas, neurólogos o nefrólogos, además del equipo de enfermería. “Afrontar el día a día con ellas (las especialistas con las que formaba equipo) era fácil, más aun pensando que esto es un momento histórico en el que toca ayudar en lo que se pueda” recuerda la Dra. Hermosa.
Para el Dr. Gullón, voluntario en el Hospital Ruber Internacional (Madrid), la mejor experiencia ha sido la disposición a colaborar por parte de todos los profesionales y de la gran mayoría de las personas. “Muy pocas se han saltado el confinamiento, han hecho lo que debían hacer con una disposición fantástica a pesar de lo que se ha prolongado en el tiempo”, comenta, aunque recuerda la frustración que sintió en los primeros momentos de la pandemia, cuando nadie tomaba las suficientes medidas de control y de concienciación del problema a pesar de ver lo que estaba sucediendo en países muy cercanos.
Hemos pasado momentos muy dificiles y dramáticos, pero ha sido una experiencia vital muy gratificante.
Nuestros doctores han estado siguiendo a cada paciente, confirmando diagnóstico, aplicando tratamientos, viendo su evolución. Nos cuenta el Dr. Gullón que lo más duro “era ver cómo, a pesar de aplicar los tratamientos, algunos pacientes no evolucionaban bien y acababan en la UVI, donde perdías el contacto con el paciente y no sabías cómo iba a evolucionar, además de que no podría tener un mínimo contacto con la familia”.
Dr. Olivas Menayo
La Dra. Hermosa coincide con el drama familiar de aquellas personas que no han podido acompañar a su madre, padre, abuelo… en sus últimas horas. El Dr. Olivas añade que ha sido muy dura la pérdida de pacientes “especialmente aquellos que llevaban mucho tiempo ingresados en nuestra unidad. Con el día a día acabas teniendo una relación muy especial con ellos, comparten sus miedos contigo, te dicen que tranquilices a su familia cuando les llames, que les des la mano y no les dejes ir… Hemos vivido situaciones muy complicadas”.
Los doctores nos dicen que lo más relacionado con su especialidad que han atendido han sido las úlceras por presión, derivadas del tiempo que los pacientes llevaban encamados, o las abrasiones y escoriaciones en la cara, especialmente en la nariz, como consecuencia de las mascarillas oronasales.
Cuando les hemos preguntado cómo se han preparado para afrontar cada día y sobrellevar la situación, intentar descasar lo máximo posible ha sido uno de los puntos comunes. El Dr. Olivas nos cuenta que ha cuidado su alimentación, descanso y ha realizado deporte durante este tiempo “para mantenerme en el mejor estado posible a nivel físico y emocional. El apoyo de mi familia ha sido muy importante para asimilar el cambio que ha supuesto la pandemia.”
El Dr. Gullón señala la formación “cada día al acabar, estudiaba. Los médicos hemos estado interconectados por internet, whatsapp y hemos compartido las novedades que se introducían cada semana. Estando lo más actualizados posible podemos aplicar las mejores terapias”.