En otoño suele ser más frecuente la caída de cabello, o nos lo parece. Pero eso no significa que nos estemos quedando calvos. La alopecia aparece cuando se produce pérdida de densidad capilar y puede presentarse de manera localizada o difusa.
Además, presenta diferentes grados: los más precoces se manifiestan con una pérdida leve, a veces sutil, de densidad capilar, mientras que los casos más avanzados pueden manifestarse como ausencia total o casi total del pelo de una zona o de toda la cabeza.
Si sospechamos que estamos perdiendo densidad capilar, la Dra. Ángela Hermosa, dermatóloga y especialista en tricología de nuestra clínica, nos señala que acudamos al especialista en tricología, pues es quien estudia las patologías del pelo y del cuero cabelludo y selecciona el tratamiento médico o quirúrgico que mejor resuelve la situación particular del paciente.
¿Cómo saber si estamos perdiendo densidad en el cabello?
Un síntoma que traduce la pérdida de densidad capilar es que el pelo deja pasar más la luz y se puede ver más fácilmente la piel cabelluda.
En los estadios más precoces, esto puede ser evidente sólo cuando nos ponemos debajo de una fuente de luz, por ejemplo, debajo de los focos del baño o del ascensor. También cuando tenemos el pelo mojado.
La alopecia androgénica, que es la más común, se manifiesta como una pérdida progresiva de la densidad capilar en la zona superior de la cabeza. O, en el caso de los hombres, en la zona de la coronilla o de las entradas.
Si no se trata y se frena a tiempo, lo más habitual es que avance con los años y se haga cada vez más evidente.
¿Cómo se trata la falta de densidad capilar y la alopecia?
Hoy en día, la indicación médica de la alopecia es un tratamiento a largo plazo con el que debemos ser constantes para obtener buenos resultados.
La Dra. Hermosa señala que cada vez existen más vías de administración de los fármacos que permiten ajustar la posología para que sea lo más cómoda posible para el paciente.
Así, para que sean eficaces, existen tratamientos que deben usarse a diario, pero otros pueden realizarse solo algunos días en semana. Contamos incluso con tratamientos inyectables que se pueden realizar cada 3-6 meses.
De esta forma, podemos ir recuperando la densidad capilar y evitar o retrasar la alopecia. De hecho, si se diagnostica a tiempo, incluso podemos prevenirla.
Cuando se ha perdido el pelo ¿es el trasplante capilar la única opción?
Como decíamos, el trasplante capilar es una de las herramientas que el especialista en tricología puede poner a disposición del paciente.
Pero antes de realizarlo, lo primero que hacemos es ver ante qué tipo de alopecia nos encontramos, porque no todas las alopecias son candidatas a trasplante.
En el caso de la alopecia androgénica, lo primero que tenemos que valorar es si está estabilizada con tratamiento médico. Si no es así, tenemos que estabilizar esta alopecia con el tratamiento adecuado, que, además, servirá para mejorar, aunque sea parcialmente, la densidad capilar.
También debemos valorar si el área donante cuenta con suficiente “materia prima” como para poder cubrir la zona receptora, es decir, donde queremos cubrir con cabello.
En ocasiones, sin embargo, los pacientes no son buenos candidatos a trasplante capilar. En esos casos se puede recurrir a métodos de camuflaje, como sistemas de integración capilar o a la micropigmentación del cuero cabelludo.
Si crees que necesitas una revisión de tu densidad capilar, te recomendamos que pidas cita con nuestra especialista en tricología capilar. La doctora te ofrecerá la mejor solución para tu caso.