Seleccionar página

Dormir, alimentarnos bien y evitar el sedentarismo, tres pilares para una vida más saludable

21 Jul, 2021 | Medicina Antiaging, Recomendaciones FEMM

Inicio » Blog » Medicina Antiaging » Dormir, alimentarnos bien y evitar el sedentarismo, tres pilares para una vida más saludable

Hace unos días escribíamos sobre cómo podemos acompañarte desde nuestra unidad de Medicina del Estilo de Vida si decides ponerte en marcha para lograr una vida más saludable y un mayor bienestar.

Para ello, debemos analizar cómo estamos actuando desde la perspectiva de seis pilares para un estilo de vida saludable, que son el sueño, la alimentación, la actividad física, el estrés, las sustancias tóxicas (alcohol o tabaco) y las relaciones interpersonales.

En este post queremos proporcionarte unas pinceladas de los problemas que pueden surgir a partir de un estilo de vida inadecuado en las áreas del sueño, la alimentación y el sedentarismo.

Sueño: establecer una rutina para conseguir dormir mejor

La falta de sueño, dormir poco o mal, puede ocasionarnos problemas de salud como tensión alta, sobrepeso, obesidad, estrés, aumento del riesgo de eventos cardiovasculares como infartos o accidentes cerebrovasculares, entre otros.

La apnea del sueño también podría ser una consecuencia de dormir mal, aunque en ocasiones es la causa. ¿Cómo podemos saber si la padecemos? Uno de los síntomas es que nos sentimos muy cansados durante todo el día, a pesar de haber dormido las horas adecuadas. También nos puede ayudar al diagnóstico algún familiar o la pareja, que pueda contarnos si roncamos mucho o rechinamos los dientes (bruxismo).

Las pautas generales con las que podríamos empezar a abordar el problema del sueño pasan por crear y mantener una rutina del sueño: intentar dormir la misma cantidad de horas por noche (entre 6 y 9), desconectarse de los aparatos electrónicos al menos 30 minutos antes de irte a dormir, meditar, leer o escuchar música, mantener la cama ordenada, poner un ambiente suave, con luz tenue y evitar los ruidos.

Alimentación: no es hacer dieta, es integrar una nueva forma de nutrirse

La tensión alta es uno de los problemas que se repite cuando comemos productos que no son beneficiosos para nuestro organismo. Notamos también el incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, a través de niveles de colesterol y azúcar altos. Igualmente, una mala alimentación con productos ultraprocesados puede aumentar el riesgo de cáncer.

A la hora de abordar cómo podemos cambiar nuestros hábitos alimenticios, la Dra. Neves realiza primero un conjunto de analíticas: metabolismo, vitaminas, colesterol… que le permiten valorar el estado de salud y saber qué debemos hacer para estar mejor.

A partir de los resultados, se establece un plan de trabajo con líneas generales que se complementan con los cambios específicos en la alimentación de la mano de la Dra. Elena Moreno. Por ejemplo, si sufrimos de hígado graso, se restringen los hidratos de carbono. Si padecemos de tensión alta, se recomendará consumir al menos las 5 raciones de futa y verdura diaria y reducir la proteína animal. O si necesitamos prevención cardiovascular (tenemos un familiar que ha sufrido un infarto precoz, por ejemplo) debemos pasarnos a la dieta mediterránea.

¿Haces deporte una hora al día? Puede que lleves una vida sedentaria

Sí, se puede tener una vida sedentaria aunque hagamos deporte. Un paciente muy inactivo es el que pasa más de 8-9h sentado al día. Aunque vayamos 1 hora al gimnasio, si estamos tumbados o sentados el resto de las horas despiertos, somos sedentarios.

Esta falta de actividad puede derivar en tensión alta, enfermedad cardiovascular y, de manera más frecuente en las mujeres, osteoporosis.

Así, a la hora de volvernos más activos, la Dra. Neves realiza una prescripción global que se puede completar con las pautas específicas de un entrenador. Por ejemplo, en el caso de las mujeres será muy importante el entrenamiento de fuerza para prevenir la osteoporosis.

Para generar ese plan de acción se tiene en cuenta no solo los posibles problemas de salud o enfermedades que podamos tener; también las actividades que más nos cuestan.

Cada caso es único y requiere un plan de acción personalizado

Terminamos este post recordando que las acciones que se pueden abordar para introducir y asentar los cambios pertinentes son particulares para cada caso. Dependerán del diagnóstico personalizado y de los objetivos que entre doctora y paciente se consideren factibles para cada fase.

¿Te identificas con alguno de los problemas que hemos contado en este post? En caso afirmativo, te animamos a que acudas a consulta, ¡nunca es tarde para lograr mayor bienestar y calidad de vida!

Pide cita en el 915756475, por WhatsApp o a través de nuestro formulario