Fotografías antes y después de una cirugía de rinoplastia realizada a una paciente. Nuestra paciente presenta una nariz con una punta algo grande y poco definida. Reducimos el tamaño global de la nariz reduciendo el caballete (dorso osteocartilaginoso), para que el resultado sea una ligera curva que feminiza el gesto. El tratamiento del dorso puede realizarse a través de múltiples procedimientos que van desde un pequeño cincel o escoplo que talla el hueso y lo moldea, como haría un escultor, hasta la Rinoplastia ultrasónica que realiza el mismo trabajo mediante ondas de ultrasonidos. También hemos rotado hacia arriba la punta nasal y disminuido su tamaño reduciendo los cartílagos alares que forman la punta. Procedemos a mejorar la congruencia entre la columela y el borde alar, lo que hace que los orificios nasales se vean menos en el perfil (vista lateral). Este movimiento también acorta la longitud de la nariz en su conjunto. Siempre insistimos a nuestros pacientes que la nariz no debe ser excesivamente pequeña, sino acorde a los rasgos de la cara. La proporción y la naturalidad son las características que buscamos en nuestras Rinoplastias. No es una operación dolorosa, recomendamos tomar un antiinflamatorio los primeros días tras la intervención y un ciclo breve de antibióticos. Nos gusta que los pacientes permanezcan ingresados una noche en el hospital.
Rinoplastia abierta · Caso 32
Inicio » Casos clínicos » Rinoplastia »
Cada caso particular es único. Diferentes pacientes tienen distintos cuerpos y pueden obtener diferentes resultados. El resultado no sólo depende de la técnica médico - quirúrgica, sino también de cómo reaccione cada cuerpo a la misma, de su recuperación y cuidados post operatorios.