Fotografías antes y después de una cirugía de rinoplastia realizada a una paciente. La naturalidad es el gran objetivo perseguido cuando operamos a nuestros pacientes. Una Rinoplastia debe evitar aspectos que le hagan destacar como operada. Para ello es muy importante ser conservador y delicado con las estructuras, manteniendo intactas o preservando los aspectos nasales que funcionan bien. No hace falta cambiarlo todo. Nuestra paciente estaba sobre todo interesada en mejorar la visión frontal, donde destacaba una punta nasal grande con unas protuberancias que corresponden a los cartílagos alares que conforman la punta. Procedemos a eliminar en la Rinoplastia parte de los cartílagos alares y los tallamos para que la punta sea más pequeña y redondeada. Reducimos ligeramente el caballete y la longitud nasal para terminar rotando la punta nasal hacia arriba. La parte ósea se trabaja con Rinoplastia ultrasónica y la cartilaginosa mediante suturas. El resultado es una nariz más pequeña y natural, que aporta al conjunto una sensación juvenil y descansada. En la vista desde abajo podemos observar que la configuración de la punta nasal cambia pasando de una forma cuadrada y globulosa a una más pequeña y triangular. Corregimos las asimetrías que se observan en las cúpulas de la punta. Los orificios nasales también son diferentes y se simetrizan. Por último, reducimos el diámetro de los orificios nasales mediante una imperceptible incisión en la base de las aletas nasales.