Fotografías antes y después de una cirugía de rinoplastia realizada a una paciente. Lo primero que observamos en las fotografías frontales de nuestra paciente es que la nariz de encuentra torcida. En la mayoría de los casos, estas desviaciones de la nariz se acompañan de dificultad respiratoria, ya que el tabique nasal (cartílago cuadrangular) obstruye parcialmente uno o los dos orificios nasales. Realizamos una septoplastia correctora de la desviación y, posteriormente, limamos el caballete óseo mediante una Rinoplastia ultrasónica. A través de una incisión en la columela procedemos a realizar una Rinoplastia abierta y colocamos unos injertos espaciadores en la parte baja del dorso tomados del cartílago desviado (Spreader Grafts), que aseguran que la desviación nasal no recidive. En las fotografías laterales vemos que la punta nasal tiene una dirección descendente, por lo que rotamos la misma hacia arriba, maniobra que también acorta la longitud nasal. Preservamos la naturalidad del resultado con un dorso recto y un tamaño general de la nariz más adecuado y armónico con la cara.