Ventosaterapia o Cupping
¿Qué es el cupping?
El cupping es una técnica muy ligada a la acupuntura. De hecho, puede realizarse de manera individual o asociada a esta para potenciar su efecto.
Consiste en la aplicación de ventosas de distintos materiales sobre la piel, con lo que aumenta el riego sanguíneo, facilitando que las sustancias de desecho retenidas en la zona se evacuen y se eliminen, y aportando más nutrientes necesarios a los tejidos.
Con el cupping también se facilita la eliminación de adherencias, pues favorece una separación de los tejidos con el efecto de la tracción de la ventosa, mejorando su función y movimiento.
Produce relajación muscular, desintoxicación y limpieza de sustancias tóxicas del organismo, aportan salud y bienestar y alivian el dolor, ya que promueve la circulación sanguínea.
Oxigena el músculo, lo alimenta, provee de nutrientes nuevos y elimina la energía estancada relajando la musculatura en general.
¿Por qué se realiza la ventosaterapia?
Entre las indicaciones de la ventosaterapia se encuentran las siguientes:
- Cefalea tensional, jaqueca, migraña.
- Dolor dental.
- Dolor muscular.
- Cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia.
- Ciática.
- Tumefacción articular.
- Dolor abdominal
- Dismenorreas (Dolor menstrual)
- Estreñimiento.
- Tratamiento coadyuvante en enfermedades pulmonares como neumonías, bronquitis.
- Tratamiento de catarros para eliminar mucosidad.
- Ansiedad, depresión, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica.
Beneficios del cupping
- Aumento de la circulación sanguínea y linfática.
- Alivio del dolor.
- Aumento del metabolismo celular.
- Aumento de la oxigenación y nutrientes de los tejidos.
- Activación del sistema inmunitario.
- Liberación miofascial.
- Eliminación de toxinas.
- Tratamiento de contracturas y rigidez muscular.
- Terapia antiiflamatoria y analgésica.
- Reducción de los síntomas de alergia, fatiga crónica y fibromialgia.
- Regulación del sistema nervioso.
Contraindicaciones del cupping
Existen algunos casos en los que la ventosaterapia está contraindicada:
- Trombosis o trastornos hemorrágicos.
- Varices.
- Heridas.
- Fiebre.
- Fracturas en la región a tratar.
- Insuficiencia cardiaca descompensada.
- Edema.
- Enfermedades dermatológicas extendidas ó úlceras.
- Gestación de más de 4 meses.
- Procesos oncológicos.
- Tuberculosis pulmonar.
Información elaborada por los Dres. Isabel Gómez y David Navas, especialistas en Medicina Integrativa.