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La mejor posición del implante mamario

20 Feb, 2017 | Cirugías del pecho

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¿Cuál es la mejor posición del implante?

¿Alguna vez has pensado hacerte una cirugía de aumento de pecho? Si es así, probablemente hayas visitado a algún cirujano plástico; y descubrirás, no sin cierta sorpresa, que cada cirujano te ofrece distintas posibilidades. Por ejemplo, hay cirujanos que sitúan el implante por delante del músculo pectoral y otros lo hacen por detrás.

Hay cirujanos que harán una pequeña incisión en el surco submamario para desde ahí ubicar el implante y otros que lo harán siguiendo una línea que pasa por la mitad inferior de la areola. Existen incluso vías un tanto más exóticas, como por ejemplo la vía axilar o la vía transmamilar. Es decir, si te enfrentas por primera vez a una operación de aumento de senos, puede ser para ti un verdadero lío conocer cuál es la posición más correcta. 

Desde FEMM queremos ayudarte a resolver tus dudas; y que dispongas de la información necesaria para que puedas decidir por ti misma y con nuestro asesoramiento médico, qué es lo más acertado en tu caso personal.

¿Cuál es la vía de abordaje, es decir, la incisión que utilizamos para poner las prótesis normalmente en FEMM?

Nos decantamos por la vía submamaria; esto es, una pequeña incisión de entre 4 y 6 centímetros que se sitúa en el surco submamario, la zona donde la mama se une al tórax en su parte inferior. Aprovechamos ese pliegue natural para esconder la cicatriz. Utilizamos esta vía de abordaje por tres razones principales.

En primer lugar, la vía submamaria, es decir, la incisión en el pliegue mamario inferior, nos permite colocar los implantes de un modo más limpio que las otras dos alternativas. El hecho de que, a través de esta vía, la prótesis no roce con la glándula mamaria, impide que ésta pueda contaminarse. Una prótesis contaminada puede dar lugar en el futuro a una de las complicaciones que queremos evitar y que se asocia a la cirugía de aumento de senos, como es el encapsulamiento o contractura capsular.

Esta complicación, que afecta a lo largo de la vida de los implantes según estudios generales a menos de un 7% de las pacientes, en FEMM la evitamos o reducimos su casuística a menos de un 1% con algunas de estas técnicas ya comentadas. En segundo lugar, utilizamos también esta vía para ubicar del modo más correcto posible la futura altura de los surcos submamarios; es decir, para que las mamas estén situadas a la misma altura. Con otras vías de abordaje es fácil que pueda existir alguna asimetría en la altura de los implantes.

Por el acceso submamario este aspecto se controla mucho mejor. La tercera razón de importancia tiene que ver con la cicatrización. Si por razones de tu propia biología, no cicatrizas con normalidad, puede aparecer una cicatriz que llamamos hipertrófica o, incluso, queloidea. Estas cicatrices son mucho más visibles; o tardan mucho más tiempo en tomar un aspecto más normal. Imagínate tener una cicatriz de este tipo en la areola, en el centro de la mama, un lugar de especial atención. ¿No será mucho mejor evitar su visión situándola en un plano más escondido? Nosotros creemos que sí.

¿Cuál es la mejor posición de la prótesis?

En cuanto a la posición del implante, hemos comentado que se puede situar por encima del músculo, o por debajo del músculo. Existe incluso una ubicación intermedia que es por debajo de la fascia que cubre el músculo pectoral. En FEMM casi nunca utilizamos el plano subglandular. La prótesis puesta en esta situación hace que la mama se vaya descolgando junto con el propio implante, perdiéndose la forma conseguida inicialmente en la cirugía. Asimismo, una prótesis en este plano se ve mucho más artificial pues está más cerca de la superficie, pudiéndose ver los contornos y resaltes del implante.

Si es una prótesis grande (de más de 350cc) se puede percibir más un fenómeno que denominamos “efecto rippling”, que son unas arrugas que aparecen en la superficie de algunos implantes. Asimismo, los implantes ubicados en esta posición, con el paso de los años tienden a atrofiar la grasa de la glándula mamaria, Por lo tanto se hará cada vez más patente el implante mamario y se verá cada vez más atrófica la propia mama.

Eso nos llevaría a un resultado invariablemente más artificial con el paso de los años. En FEMM reservamos la vía subfascial, que sería el siguiente plano de profundidad; es decir, en el lugar que existe entre el músculo pectoral y la fascia que lo recubre, para aquellas pacientes que van a utilizar mucho su musculatura torácica. Son pacientes deportistas que no quieren tener ninguna merma en su fortaleza física.

Imagínate una tenista profesional, una jugadora de baloncesto o de voleibol; mujeres a las que les importa mucho que su musculatura esté al cien por cien. En este plano conseguimos un poco más de naturalidad que en el plano subglandular. No es un plano subpectoral, pero al menos, aunque la fascia tiene un grosor mínimo, sí nos sirve para que la prótesis no se mueva tanto; no descienda tanto; y no se perciban tanto los escalones asociados a planos más superficiales.

Por último está el plano subpectoral o retropectoral; las dos denominaciones indican la misma posición. Este plano permite que la prótesis esté más profunda. Por lo tanto, el aspecto obtenido es mucho más natural; no existen esos resaltes, esos escalones propios de planos más superficiales. En este caso, labramos un hueco debajo del músculo pectoral; y el propio músculo está protegiendo al implante. El desplazamiento de la prótesis hacia abajo, en este caso es menos probable, permaneciendo más adherida a los tejidos del cuerpo.

Asimismo, si existe una contractura capsular o endurecimiento de los tejidos que rodean al implante, ésta va a ser menos perceptible al estar situado el implante en una situación más retrasada; y también es menos frecuente dicho encapsulamiento que en el caso de utilización de posiciones más cercanas a la piel.

Innovación FEMM

1.- Plano DUAL FEMM. Separando la glándula mamaria del músculo antes de colocar el implante bajo el músculo pectoral, conseguimos un resultado satisfactorio y evitamos el llamado “signo del hachazo”, que se provoca al contraer el músculo pectoral y partirse la mama en dos mitades: por un lado la prótesis y por otro la glándula arrastrada por el pectoral.

2.- Técnica TRI-planar FEMM. Respecto a la ubicación del implante, esta innovadora técnica triplanar se produce en tres planos distintos de cirugía, encaminada a evitar la presencia de un doble surco. Es una técnica de plano DUAL modificado, que te evitará sorpresas en el resultado final de tu operación de aumento de senos.

Carlos Gullón Cabrero (cirujano plástico)

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