Con el paso de los años y debido a cambios bruscos de peso o a la distensión provocada por los embarazos, la piel y la musculatura del abdomen pueden quedar «flácidas» y sufrir descolgamientos. En estos casos los tratamientos cosméticos, el ejercicio o la liposucción no sirven para reparar la musculatura de la zona o para reafirmar la piel, siendo necesario recurrir a la cirugía.
La denominación lipectomía abdominal engloba aquellos procedimientos quirúrgicos que tienen como objetivo retirar el exceso de piel, grasa y flacidez de la zona abdominal. El objetivo de la técnica es, básicamente, corregir y reestructurar la pared del abdomen adaptándola a un nuevo contorno para dar un aspecto más firme, moldeado y revitalizado a la piel.
Actualmente existen dos formas de realizar este procedimiento quirúrgico: la abdominoplastia y la miniabdominoplastia. Aunque las dos operaciones buscan resultados similares (reconstruir la musculatura abdominal uniendo y tensando los músculos de la pared para que recuperen su firmeza) y pueden complementarse con una liposucción abdominal o en los flancos para obtener mejores resultados, elegir una abdominoplastia o una mini abdominoplastia depende de diversos factores, siendo el más importante la cantidad de piel excedente. Si hay que retirar mucha piel se realizará una abdominoplastia; si la piel descolgada es mínima, el especialista optará por una mini abdominoplastia por ser una técnica menos invasiva.
De hecho, la miniabdominoplastia corta o minileptomía es una de las mejores alternativas a la abdominoplastia para retirar piel flácida en los casos en que, pese a no ser excesiva, esta resulta muy antiestética.
¿Qué diferencias existen entre abdominoplastia y miniabdominoplastia?
Aunque la diferencia fundamental entre abdominoplastia y miniabdominoplastia es la cantidad de piel a retirar, no es la única. Otra de las diferencias entre abdominoplastia y minileptomía es la cicatriz, mucho menor en el segundo caso. El motivo es que mientras en la abdominoplastia se repara y tensiona todo el abdomen (por encima y por debajo del ombligo), con la miniabdominoplastia únicamente se trata la parte inferior al ombligo.
Por eso, y aunque la miniabdominoplastia no es exactamente una abdominoplastia sin cicatriz, esta es mínima y similar a la de una cesárea en situación y longitud. En algunos casos, el cirujano consigue que esta cicatriz sea prácticamente invisible al situarla justo por encima del vello púbico, donde puede disimularse sin problema con la línea del biquini.
Según el cirujano plástico Dr. Eduardo Avilés Martín, «el tamaño de la cicatriz de la abdominoplastia depende de la laxitud de la piel. Si únicamente se retira piel sobrante del abdomen, la cicatriz se extenderá desde la parte superior del pubis a los laterales (hasta los pliegues inguinales) pero se sentará por debajo de la ropa interior y podrá disimularse con facilidad. Si es necesario retirar piel del abdomen y de la zona baja de la espalda en la intervención (normalmente en personas que han perdido mucho peso), la cicatriz de la abdominoplastia rodeará la cadera del paciente».
A continuación puedes ver algunos casos clínicos y comprobar cómo queda la cicatriz de la abdominoplastia en fotos reales.
- Fotografías antes y después de una cirugía plástica de abdominoplastia, a una paciente que presentaba dilatación de la pared abdominal como secuelas de embarazo.
- A menudo, tras uno o varios embarazos, la dilatación que sufre la pared abdominal es parcialmente irreversible debido a la afectación estructural de la pared muscular. Los músculos rectos del abdomen que forman la pared anterior del abdomen se separan entre sí dando lugar a un abombamiento del mismo. Esta distensión afecta también a la piel que muestra así mismo dilatación y flacidez.
- Esta incompetencia de la pared muscular puede verse acompañada en ocasiones de una hernia umbilical, en el ombligo, que puede ser de mayor o menor grado. A veces también existe cierto grado de lipodistrofia abdominal, quedando grasa acumulada en los flancos, es decir en la parte lateral del abdomen. Todos estos cambios pueden manifestarse aislados o en conjunto después del embarazo, y todos ellos pueden tratarse simultáneamente en un único acto quirúrgico.
La técnica utilizada es otra de las diferencias entre abdominoplastia y miniabdominoplastia, sobre todo en lo que a la reposición del ombligo se refiere. Según el cirujano plástico Dr. Carlos Gullón Cabrero, «puesto que en la miniabdominoplastia únicamente se reconstruye la parte inferior del abdomen, es muy poco habitual tener que recolocar el ombligo. Sin embargo, al hacer una abdominoplastia total puede ser necesario reconstruirlo. En estos casos la abdominoplastia incluye una técnica llamada umbilicoplastia que permite cambiar la forma, tamaño, altura y/o localización del ombligo según las necesidades de cada paciente».
Por otra parte, tanto la intervención de abdominoplastia como la miniabdominoplastia requieren anestesia general y deben realizarse en un quirófano equipado. En el primer caso la intervención dura entre 2 y 3 horas. En el segundo, el tiempo se reduce a la mitad (1-2 horas) dependiendo de la naturaleza de la intervención y de si es necesario únicamente tensar la piel y eliminar de grasa, o tensar la piel, eliminar grasa y tensar los músculos abdominales. En los dos casos el paciente debe permanecer ingresado en observación durante al menos 24 horas como parte del postoperatorio, similar en ambos casos.
Respecto a su coste, la operación de abdominoplastia tiene un precio de entre 7.500€ y 9.500€ incluyendo la liposucción de flancos. En la mini abdominoplastia, el presupuesto aproximado es de 4.500€ y 6.500€ (solo se trata la piel abdomen inferior del abdomen y no incluye plicatura de rectos).
A modo de resumen, las principales diferencias entre miniabdominoplastia y abdominoplastia son:
Abdominoplastia | Miniabdominoplastia | |
Zona a tratar | Todo el abdomen y, en algunos casos, también la parte baja de la espalda | Parte inferior del ombligo |
Duración de la intervención | Entre 2 y 3 horas | Entre 1 y 2 horas |
Cicatriz | Por encima del abdomen y hasta la zona inguinal. En caso de intervenir la espalda, también en el contorno de la cintura. | Cicatriz mínima, similar a la de una cesárea en tamaño. Situada justo encima del vello púbico y fácil de disimular |
Técnica utilizada | Extracción de piel y grasa. Tensión de piel y músculos abdominales. Reposición del ombligo. | Extracción de piel y grasa. Tensión de piel y músculos. |
Postoperatorio | Recuperación laboral social, 2-4 semanas. Resultados definitivos, 6-12 meses | Recuperación laboral y social, 2-4 semanas. Resultados definitivos, 6-12 meses. |
Precio | Entre 7.500€ y 9.500€ | Entre 4.500€ y 6.500€ |
Como garantía de la calidad y profesionalidad de FEMM, tras cualquiera de estas dos intervenciones nos comprometemos a:
- Realizar seis revisiones postoperatorias durante el primer año en nuestra clínica.
- Suministrar gratuitamente prendas de presoterapia para el postoperatorio.
- Realizar dos sesiones de masaje drenante y presoterapia para mejorar los resultados.
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Abdominoplastia o mini abdominoplastia: cómo elegir la cirugía adecuada
Ahora que ya sabes en qué consiste una mini abdominoplastia y cuáles son las similitudes y diferencias entre miniabdominoplastia y abdominoplastia, es posible que te preguntes cuál es la mejor opción para ti.
En primer lugar, debes saber que ni la abdominoplastia ni la mini abdominoplastia son sustitutas del adelgazamiento ni permiten tener un abdomen de aspecto musculoso. Estas operaciones, a pesar de su carácter estético, tampoco corrigen las estrías. Y aunque sus resultados son técnicamente permanentes, las fluctuaciones de peso elevadas tras la intervención pueden reducir su resultado positivo, por lo que conviene mantenerse en un peso constante y posponer la intervención si deseas volver a quedarte embarazada.
Por lo demás, será el cirujano especialista en abdominoplastia quien te asesorará sobre la mejor técnica en tu caso.
Respecto a qué es mejor, una liposucción o una abdominoplastia, depende de los objetivos y de la situación de cada paciente. La liposucción o lipoescultura consiste en extraer la grasa acumulada en determinadas partes del cuerpo como el abdomen, los glúteos o las caderas con el objetivo de remodelar la figura. La intervención se realiza con una cánula conectada a una máquina que succiona el tejido adiposo.
La lipoescultura no siempre tiene ninguna relación con la obesidad o el sobrepeso. La abdominoplastia, sin embargo, es una técnica de cirugía estética específica del abdomen para devolver al área la fuerza y firmeza perdida por la distensión y el debilitamiento de los tejidos de la zona, normalmente por un cambio brusco de peso.
Aunque son técnicas totalmente diferentes, en ocasiones los médicos aconsejan combinar la liposucción con técnicas de abdominoplastia para lograr resultados óptimos y duraderos.