La nariz ocupa la zona central de la cara y da armonía al rostro, siendo una parte fundamental de nuestra expresión facial. Como uno de los rasgos que más caracterizan nuestra personalidad, son muchas las personas que se someten a una rinoplastia para conseguir una nariz más atractiva cuando ésta tiene un tamaño o una forma que no les gusta.
Una nariz estéticamente atractiva debe guardar relación proporcionada con el resto de la cara. Por eso muchas veces los expertos optan por realizar una intervención conjunta de rinoplastia y mentoplastia con el objetivo de moldear la nariz y el mentón y realizar pequeños retoques en frente, labios y papada. Esta operación se conoce como perfiloplastia y su objetivo es conseguir un perfil más equilibrado.
¿Qué es la perfiloplastia?
La perfiloplastia es una cirugía para perfilar el rostro que combina la operación de nariz (rinoplastia) y de mentón facial (mentoplastia) y en la que también pueden realizarse pequeños retoques en los pómulos (malarplastia).
La operación de rinoplastia sirve para afinar y reducir la nariz y está aconsejada cuando la nariz de un paciente presenta una forma o un tamaño poco proporcionado con el resto de la cara. En cuanto a la mentoplastia, su objetivo es reducir o aumentar/realzar el tamaño del mentón a través de una osteotomía deslizante (en el primer caso) o gracias a una prótesis de silicona o un lipofilling (en el segundo). Además de ser la cirugía para tratar el mentón retraído más común, la mentoplastia también ayuda corregir o mejorar ángulos mandibulares y la barra mandibular. Respecto a la malarplastia, consiste en realizar pequeños injertos de grasa o implantes de silicona en los pómulos para ofrecer un aspecto más armónico del rostro.
¿Por qué se realizan la operación nariz y mentón de manera conjunta? ¿Cómo se relacionan ambas intervenciones a nivel estético? Cuando una barbilla presenta un avance o una retracción respecto al resto de la cara puede dar la impresión de que la nariz tiene un tamaño muy grande. La mentoplastia únicamente se realiza en mentones pequeños con mandíbulas de tamaño y posición normal (microgenias), ya que en caso de posiciones mandibulares retrasadas (retrognatias) debe realizarse una cirugía ortognática o maxilofacial.
¿Cómo se trata el perfil del paciente? El arte de la perfiloplastia
Aunque el procedimiento básico de la perfiloplastia consiste en combinar rinoplastia, mentoplastia y malarplastia, el ámbito de esta intervención es muy amplio y depende de cada paciente. De hecho, dentro de la perfiloplastia pueden comprenderse pequeñas intervenciones, miniliposucciones o lipofilling en zonas específicas de la cara. Algunas personas también combinan la rinoplastia con la otoplastia. Normalmente, la rinoplastia, la mentoplastia y la otoplastia son bien toleradas por los pacientes y su recuperación suele ser excelente.
A continuación, explicaremos cómo afinar el rostro con cirugía. El primer paso es la cirugía para el perfilado de la nariz, punto central alrededor del cual girarán el resto de elementos e intervenciones. La operación para afinar la nariz puede ser abierta (se practica una pequeña incisión externa en la base de la columna nasal) o cerrada (cuando las incisiones se ocultan dentro de los orificios nasales). En ambos casos el objetivo es mejorar el aspecto externo de la nariz modelando hueso y cartílagos (alares, triangulares y accesorios) para cambiar la forma de la punta nasal, el dorso, la proyección, la altura y las proporciones entre las partes de la nariz. La operación tiene una duración de entre 60 y 180 minutos.
Perfiloplastia: fotos de rinoplastia
La segunda parte de la perfiloplastia u operación de nariz y mentón es trabajar el perfil gracias a la mentoplastia. Esta operación puede realizarse de dos formas: con implantes faciales para mejorar el perfilado o con lipofilling. Los implantes faciales son de silicona y permiten enderezar la línea de la mandíbula y adelantar el mentón o los pómulos para balancear el resto de la cara (prótesis de malar, prótesis de mentón, etc.). El lipofilling, por su parte, se realiza con grasa autóloga del paciente y su objetivo es aumentar el tamaño del mentón. El lipofilling presenta una ventaja frente a los implantes: contribuye a atenuar las líneas de “marioneta” que parten de las comisuras de la boca y las arrugas que produce la actividad de los músculos elevadores del labio inferior mediante una pequeña liposucción en los flancos de la cara o en la barbilla. Los resultados de esta intervención son permanentes y muy naturales.
Perfiloplastia: fotos de mentoplastia con lipofilling
¿A quién está dirigida esta intervención?
La perfiloplastia es una intervención recomendada a personas con mentón retraído y/o descontentas con el perfil de su rostro o con alguna parte concreta de él. La operación de rinoplastia y mentón también está recomendada para personas que se someten a una operación de cambio de género, ya que permite la feminización y/o masculinización facial.
Beneficios de la perfiloplastia
Además de unas facciones más armónicas, quienes se someten a una operación nariz y mentón obtienen un aspecto rejuvenecido y mejorado de su rostro, algo que en muchos casos contribuye a mejorar su autoestima.
A nivel médico esta intervención se considera de dificultad media y sus riesgos son mínimos y comunes a los de otras operaciones de cirugía estética (hemorragias, infecciones, problemas de cicatrización, etc.).
Aunque el proceso puede parecer algo complicado, la perfiloplastia es más sencilla que realizar las diferentes cirugías de nariz y mentón por separado, especialmente en lo que a postoperatorio se refiere. Y es que, al realizarse en un único periodo de recuperación, se minimizan riesgos y complicaciones durante el postoperatorio.
Resultados y postoperatorio
La perfiloplastia se considera una de las mejores cirugías faciales para perfilar el rostro y ofrece cambios estéticos evidentes desde el primer momento.
Tras la intervención, el paciente deberá llevar un vendaje de 24 horas para la mentoplastia y el lipofilling en la zona, además de un taponamiento nasal y una férula protectora para rinoplastia. Durante el postoperatorio, de entre cinco y diez días, el paciente podrá tomar analgésicos o antiinflamatorios para disminuir molestias. En estos días se deben evitar golpes en la zona intervenida, así como no hacer deportes de riesgo y seguir las indicaciones del médico según la evolución del paciente. La recuperación definitiva será en, aproximadamente, seis meses.
La perfiloplastia, al igual que cualquier otra operación de cirugía estética, debe ser realizada siempre por un cirujano cualificado. En FEMM contamos con equipo formado por profesionales con una amplia experiencia en el ámbito de la cirugía estética.